Según este hadiz, si amas al Profeta Muhammad seguirás su camino y los que siguen su camino estarán junto a él en el Más Allá. Para preparar a los miembros de su familia y a los Compañeros para esta reunión, el Mensajero los amó y los envolvió con amor. Usó este amor eficientemente.
Bujari y Muslim dieron otro ejemplo sobre cómo los educó. Ali relata:
No teníamos a ningún criado en nuestra casa y por eso Fátima hacía todo el trabajo de la casa sola. Vivíamos en una casa que sólo tenía un pequeño cuarto. Allí, ella encendía el fuego e intentaba cocinar. A menudo se chamuscaba su ropa al aumentar el fuego soplando. También horneaba nuestro pan y traía agua. Sus manos se cubrieron de callos por girar la piedra de molino y también su espalda por llevar el agua. Mientras tanto algunos prisioneros de guerra fueron traídos a Medina. El Mensajero los concedió a aquellos que lo solicitaron. Sugerí a Fátima que pidiera un criado a su padre. Y ella lo hizo.
Fátima sigue relatando:
Fui a ver a mi padre, pero él no estaba en casa. Aisha dijo que ella se diría cuando él llegara, y entonces volví a casa. Tan pronto como nos acostamos, el Mensajero entró. Quisimos levantarnos, pero él no nos dejó y en cambio se sentó entre nosotros. Yo podía sentir el frío de su pie sobre mi cuerpo. Nos preguntó qué queríamos y yo le expliqué la situación. El Mensajero, de manera imponente, contestó: “Fátima, teme a Allah y sé intachable en todos tus deberes con Él. Te diré algo. Cuando te acuestas, di subhan Allah-la gloria sea sobre Allah-, al-hamduli-Allah-Alabado sea Allah-y Allahu akbar-Allah es el más grande-, y repítelo 33 veces cada uno. Eso es mejor para ti que tener una sirvienta”.[1]
Lo que él quería decir en realidad con esa conversación era:
Vuelvo vuestras caras a los reinos desapegados del mundo. Hay dos caminos para que los alcances y estés conmigo allí: Realizar tus deberes en perfecta servidumbre a tu Señor y realizar tus deberes hacia tu marido. Si una criada toma tus responsabilidades, esto te hará ser imperfecta. Debes tener dos alas para volar a los estados más elevados. ¿Cómo pueden un hombre o una mujer convertirse en esclavos perfectos de Allah? ¿Cómo puede una persona hacerse un ser humano perfecto y realizar todas sus obligaciones? Es tu deber encontrar respuestas a esas preguntas. En primer lugar, hazte un siervo perfecto de Allah. Después, fórmate un ser humano perfecto realizando tus deberes a Ali, un gran hombre que representa todos los santos que descenderá de su familia. Si lo haces así, estarás conmigo en el Cielo, donde todas las cosas perfectas y los seres humanos perfectos permanecerán juntos.
Quiero mencionar un poco a Ali. El Mensajero le permitió que se casara con su hija sin vacilar, porque él merecía tener a una esposa así y ser el yerno de un Profeta. Ali era el rey de los santos y fue creado por esa naturaleza. El Mensajero le dijo: “Oh Ali, cada Profeta anterior tuvo su propio descendiente. Sin embargo, el mío vendrá de ti”.[2] Ali es el padre de la casa del Profeta, a saber, sus nietos y descendientes posteriores. Por eso, obedecerle a él es obedecerle al Mensajero y la obediencia al Mensajero significa obedecer a Allah. Y también, los que quieren a Ali deben amar al Profeta y seguir su Sunna.
[1] Bujari, “Fadail al-Ashab” 9; Muslim, “Dikhr” 80,81.
[2] Bediüzzaman Said Nursi, Lemalar, 4. “Lema”.
domingo, 2 de diciembre de 2007
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